miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ensayo/manifiesto

¡Basta del constante endiosamiento del ser humano, basta del ideal de "progreso", basta de la constante búsqueda del ser humano por darle algún sentido a su propia existencia por todos los medios posibles, basta de una idealización de la humanidad como los seres "iluminados"(en todos sentidos interpretables)! Basta de la cobardía absoluta e incapacidad de aceptar lo fútil y patético de nuestra existencia, aceptar que estamos aquí por una simple casualidad y que el hecho de existir o vivir, conlleva forzosamente aunado el hecho de morir o destruirse, el comprender que estás vivo sólo porque vas a morir, y esta vida y existencia no son más que el proceso hacia tu propia muerte. A fin de cuentas todos y todo vamos a morir y por este mismo hecho existimos.

Mi posición surge a partir de estas premisas, sin duda para algunos resultarán algo desalentadoras o pesimistas, para mí sólo son críticas y realistas hacia nuestra percepción de nuestra propia existencia. NO estoy diciendo que la salida sea hundirse en depresión y tomar un acto de decisión sobre la vida de uno mismo por primera y única vez (si, lo que piensas, un poco de plomo en la materia gris). Por el contrario, encuentro interesante el entender y asumir la fragilidad, temporalidad y mortalidad del todo que somos nosotros y el mundo que nos rodea, comprender que el fenómeno que vemos claramente con una manzana al oxidarse nos está sucediendo a nosotros a cada segundo, a cada paso, a cada suspiro. Comprender que nuestra vida desde que inicia es sólo un recorrido con un único final, la muerte. Por lo tanto nuestra existencia es un estado constante de descomposición.

Con cada respiro de aire que damos entramos en contacto con el oxígeno, que es, curiosamente, lo que nos mantiene vivos, pero también, lo que nos mata. Es precisamente esta atmósfera de oxígeno y CO2 (dióxido de carbono) la que nos oxida, nos descompone, al igual que a todo lo demás que en ella se encuentra, esto para mí es una prueba más de que la situación de existencia conlleva forzosamente la de no-existencia eventual e ineludible.

Pero lo que me interesa realmente es, ¿qué hay en medio de lo existente y lo no-existente? ¿entre lo que es y lo que ya no es más?, este proceso es lo que yo llamo descomposición, el proceso en que algo material(lo que sea) deja de ser eso, sin embargo aún no es "nada", es decir aún no está "muerto", sin embargo es algo más, algo diferente y en transformación.

Este proceso de algo que ya no es, pero es otra cosa, sólo que más cerca de su momento de finitud, la descomposición, como filosofía o posición hacia el mundo es precisamente mi estandarte ideológico, algo pesimista, si, algo depresivo, si, algo desmoralizaste, si, algo fuera de nuestro control, exactamente. La descomposición es parte de la vida, de hecho me aventuro a decir: es la vida misma.

En el concepto de descomposición es muy importante la idea de tiempo, ya que está intrínseco en este proceso y de nuevo, en nuestra existencia, el tiempo no perdona, el tiempo es imparable, es intangible, inimaginable, es además insaboro, sin embargo es percibible y hasta medible, y todos lo percibimos y habitamos. De su existencia, aunque sea por medio de un concepto abstracto fundado por el mismo ser humano, no tenemos duda. Por lo tanto no tenemos duda tampoco de la mortalidad de las cosas, de su eventual desgaste "por el tiempo" y destrucción.

Sin embargo al ser humano del inicios del siglo XXI parece olvidársele esto, y vivimos en un mundo maravilloso de colores y entretenimiento ilimitados, donde hay consciencia de la muerte de las cosas, pero es un tema incómodo, de hecho un tema "que no debe mencionarse", ya que al parecer no es suficientemente "feliz", y si lo mencionas tiene que ser con un discurso de salvación o en una broma, ya que en el mundo actual de la música tecno, el indie rock, los centros coolturales más de moda, junto con las personas más cooltas de la movida, la ropa de diseñador, las drogas sintéticas de "diseño", los gadgets personales, etc., parece no haber cabida para una visión "pesimista" (aunque realista), de este mundo tan bello y divertido que se pasa todo el tiempo resaltando lo bello y bonito de su propia superficialidad. Sin embargo, sin poder frenar ni ralentizar la descomposición, sólo buscar que nos olvidemos de ella.

Todo esto parece un discurso de fascinación hacia la muerte, lo cual es. Sin embargo, el concepto de descomposición no es similar a muerte, no hay que confundirse, el concepto de descomposición es precisamente todo lo que hay previo a esta muerte, que sin embargo, no es vida, al menos como fue concebida originalmente. Es decir, cuando algo definido, deja de ser ese algo en su proceso natural de descomposición hacia el ser desecho, basura, nada, pero previo a esto, puede ser algo más.

Este proceso intermedio es precisamente lo que me interesa, así que ahondaré en el proceso mismo, dejando de lado por un momento la habladuría existencial.

El proceso de descomposición, a nivel formal, puede tener varias formas de aplicación y observación en la vida diaria, el primero, es el proceso orgánico biológico mismo de descomposición, cuando químicamente las cosas comienzan a pudrirse y oxidarse y seccionarse/descomponerse para desaparecer como el ente que hayan sido y unirse a algún ciclo. Dentro de esta descomposición, lo interesante es la cantidad de transformaciones por las que puede pasar, por ejemplo, un pedazo de carne(puede ser humana para dar más interés), antes de terminar de descomponerse del todo y dejar su vida como "pedazo de carne". En medio de esta serie de transformaciones, el pedazo de carne pasa por todo tipo de cambios físicos y químicos, tanto visibles como no visibles, y hay algún punto muy al principio del proceso en que aunque no sea del todo visible, ese pedazo de carne ya no es comestible, por lo tanto ya no existe como tal, sino que es algo más, algo diferente, sin embargo aún guarda relación con lo que fue. En este mismo ejemplo podemos hablar del mismo pedazo de carne (humana) como algo que fue una parte humana en algún momento, tal vez un brazo, y al descontextualizarse de esa función, comienza su progresiva transformación descompositiva. Este último ejemplo se dirige más hacia la otra forma de descomposición, la cual ahora expongo.

Otra forma de descomposición es la descomposición "contextual o conceptual", me refiero a cómo dentro de nuestra sociedad los objetos mismos tienen una vida y una muerte, su vida es mientras sean funcionales hacia lo que fueron diseñados. En cuanto dejan de funcionar de ese modo, son considerados como "basura" y comienza su proceso de descomposición, el cual, tiene infinitas salidas.

Para ejemplificar esto, aunque creo que es bastante opaco, me remitiré al ejemplo de una botella de coca cola (o de lo que sea). Tiene un fin definido, el cual es, dado su etiqueta y diseño, contener coca cola para que sea comprada y bebida…¿y después?, probablemente será tirada a la basura como desecho, por lo tanto ya no está cumpliendo su objetivo inicial, así que se podría decir que ya no está "viva" o que ya no "existe" de la manera en que fue concebida. Esta botella misma, ya que sigue existiendo y sigue siendo una especie de botella de coca cola/ no botella de coca cola, que sigue un proceso espacio-temporal, dentro del cual puede convertirse en refugio de algún insecto, sonido de motocicleta para la llanta trasera de una bicicleta, contener otras cosas…sin embargo ya no es la botella de coca cola que salió de la fábrica, y sin duda está más cerca de su muerte que en ese momento.

Esto puede sonar a reciclaje, el reciclaje es una de las cosas que pueden suceder en un proceso de descomposición, sin embargo, no es parte de mi discurso. Mi discurso habla más bien de las diferentes significaciones que puede tener un objeto en cuanto deja de estar vivo, es decir de cumplir su función primaria y comienza su viaje a la destrucción, lo mismo pasa con los seres humanos y una vez más, el mundo y la vida misma.

Esta reflexión sobre las significaciones puede sonar también a ready-made, y hasta cierto punto viene de ahí, sin embargo, a mí me interesa la idea de objetos "negativos", es decir objetos que no sólo cumplan una función distinta o estén descontextualizados, me interesa, sobre todo resaltar su descomposición, que son objetos abandonados, en decadencia, resaltar el hecho de que si no lo son aún serán basura, como un reflejo de todos nosotros.

Toda esta idea de la descomposición del todo y su eventual destrucción habla de la condición humana, y el no ser consciente de ello en nuestra vida es mentirse a sí mismo, dejarse cegar por este mundo neoliberal y globalizado del siglo XXI que sigue teniendo guerras, hambre, crisis económicas, corrupción, no cumplimiento de los derechos humanos básicos, abusos de poder, explotación tanto de bienes como de personas, etc. sin embargo, es la primera vez que el aparato mediático es suficientemente grande y llamativo para que olvides tus problemas en una tienda de ropa "súper cool", tomando un café mientras checas tu correo en tu lap top con wi-fi, o yendo a un bar en la zona más "in" del momento mientras toca un DJ pretencioso más (ya que además ahora resulta que todo mundo es DJ), o simplemente viendo la última superproducción hollywoodense en pantalla gigante, tercera dimensión y una pastillita mágica para tener una experiencia estética mayor….básicamente un efecto placebo mediático.

Mi pregunta es…¿Realmente podemos creer en este mundo superficial que se esfuerza tanto en que creamos que es cool y divertido?…yo creo que no, todo lo contrario.

Este aparato mediático segador, sí muy divertido y entretenido, me parece más bien una forma de control social de los que tienen el poder sobre el mismo. Y de parte de nosotros los consumidores me parece una perfecta forma de negación de nuestra propia temporalidad, irrelevancia y fragilidad. Lo cual no planteo como una ideología puramente fatalista y depresiva sin más, precisamente para mí el tomar conciencia de nuestro estado decadente y descompositivo, es el entrar en un estado diferente al del simple consumidor de vida, es el estar inconforme, es tener una visión siempre crítica, hasta tal vez algo amarga, hacia todo lo que nos rodea, es básicamente no ser uno más de los cegados por una vida felizmente superficial y llena de mentiras, es, justamente "ser algo más", y tener la capacidad de sobrellevar una vida no tan feliz con consciencia de nuestra propia insignificancia, sabiendo que la verdad que nos dan allá afuera y esta misma construcción social e individual es una mentira, y de esa manera acercarnos tal vez a otra verdad, una en la que sí creamos. Yo opto por la segunda opción, ¿tú qué harás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario