miércoles, 8 de diciembre de 2010

MANIFIESTOME

Sé que mi verdadero deseo está en ampliar mi propia vivencia de este mundo (y de otros). Hacer arte me sirve para concentrarme en la vida y distraerme de la muerte, del fin, de los límites, descubriendo más verdaderas naturalezas. Hubo un momento donde yo podía creer en muchas verdades contradictorias a la vez con tranquilidad y complacencia, pero la levedad de esta existencia me desesperaba porque también parecía una mentira, una evasión, y sentía que la vida me pasaba de largo sin sacudirme.

Cuando me quise confrontar a la “vida”, esta pareció sugerirme que buscara el mapa para encontrar caminos más rectos, luego seguir señalamientos viales y transitar ordenadamente. Eso no es lo que yo quiero, pero de qué manera es posible vivir bien o llegar a un buen lugar adentrándose en las posibilidades infinitas de caminar sin rumbo, sin miedo y con la libertad de perderse. ¿Hay alguien que crea saber la verdad de cómo funcionan las cosas? ¿De cómo empezó el principio de acción – reacción? . Dentro del mundo espiritual ni siquiera los videntes pueden comprender del todo y revelar el misterio de esa realidad sutil entremezclada nosotros de manera silenciosa.

Y es que de verdad no hay un mapa, de verdad no hay un manual, el miedo es la parálisis, la perfección es la muerte, y todos compartimos en común algo básico además de la sangre y la sensibilidad, que no es simplemente la falta de dinero Hay algo muy vivo en la ranura donde el arte se separa de la realidad, hay posibilidades abiertas a la contradicción, existe mucha libertad en el absurdo, más allá de la lógica está la intuición y crear nuevos mundos alimenta la realidad. Mi trabajo es un ermitaño pagano en medio de la ciudad, intentando hacer un viaje astral.

laura pirez

No hay comentarios:

Publicar un comentario